Los adolescentes consiguen sacar de quicio a los padres/madres sobre todo cuando se les pide que hagan algo que no quieren y acabamos discutiendo con ell@s, porque no tienen la habitación recogida, porque nos contestan de manera inadecuada. Y lo único que obtenemos por respuesta es alguna de estas frases:

 

Es que no me entiendes

Es que no te fías de mi

Es que me dices todo gritándo

Siempre me estás comparando con  con mis herman@s o con los amig@s

Es no te gustan mis amig@s

¡Déjame vivir! ¡Pesada/o!

Es frecuente que llegada cierta edad en nuestros hij@s, se torne nuestro ambiente familiar y aparezcan turbulencias.

Principalmente, se basa en el cambio emocional y físico, y es por ello, que hoy nuestro hij@ este motivadísimo y al momento siguiente, no quiera hablar. Es habitual que esté muy cariñoso, y a los dos minutos, nos diga ¡qué pesada con los abrazos!… Es frecuente, que te hable con dulzura o a gritos… pero principalmente, es habitual, verlo desmotivado

No es fácil esta etapa en nuestros hij@s, pero con cariño y paciencia, la podemos superar. Recuerda, que si cuando eran pequeños, estábamos para ell@s, sin limitación, ahora también lo podemos seguir estando bajo el paraguas del amor y la presencia consciente.  Fuente : María José Padilla Coach educativa Un adolescente sin motivación... ¡S.O.S! guiainfantil.com

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¡No está todo perdido! La Educación emocional puede ayudar a tu hij@ a aprender a conocer y expresar sus emociones de una manera asertiva. Lo que sin duda ayudará a mejorar vuestra comunicación.  

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Enseñar a convivir, a ser persona y a comportarse son tres elementos sustanciales a la labor educativa. La educación emocional constituye una herramienta de incalculable valor para el desarrollo de estos aprendizajes.

En el trabajo con La Educación Emocional abarcamos las cinco competencias emocionales fundamentales para un desarrollo emocional sano. 

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